miércoles, 2 de febrero de 2011

La lectura digital en el aula

Enrique A. Roca, en su análisis de las posibilidades y los retos que plantea la lectura digital en el aula, alude también a las implicaciones sobre la comprensión lectora y el aprendizaje de los alumnos.

Parte de la base de que leer es una competencia fundamental en la formación del individuo, así como un requisito imprescindible para el desarrollo económico y cultural de la sociedad y, en consecuencia, son muchos los sistemas educativos que inician el aprendizaje de la lectura durante la educación primaria. Pero, de acuerdo con Enrique Roca, el proceso global de aprendizaje comprende diversas fases fundamentales para el completo desarrollo de la capacidad lectora, incluida una etapa previa a la escuela, en la que el niño vive experiencias que le van a permitir estar mejor preparado para aprender a leer en etapas posteriores.
Es en tercero o cuarto de educación primaria cuando el niño debe saber leer; pero el dominio satisfactorio de la comprensión lectora –saber leer bien-, se produce en torno a los 9 ó 10 años y es requisito imprescindible para alcanzar una tercera fase en la que ya, no se aprende a leer, sino que se lee para aprender.

En consecuencia, señala Roca, no aprender a leer bien durante los primeros años de vida escolar tiene repercusiones uniformemente negativas, y afecta profundamente al rendimiento académico y al funcionamiento social de los alumnos, no sólo durante su vida escolar sino también en etapas posteriores.

Hasta hace pocos años, este aprendizaje de la lectura se ha venido realizando esencialmente en torno al libro impreso y, principalmente, al libro de texto. Pero en la actualidad, el alumno se encuentra en la escuela y el aula, además de bibliotecas, libros de texto y medios electrónicos,todo tipo de recursos que complementan a aquellos disponibles en el hogar: ordenador con conexión a Internet, móvil, videoconsola y, parece que dentro de no mucho, el libro electrónico.
Son los denominados nativos digitales, niños y jóvenes alumnos que, en el uso de estos recursos, son tan diestros o más que sus propios maestros.

En el entorno digital, la lectura pasa a ser una actividad compleja e interactiva en la que no hay un único camino a seguir sino distintas opciones a partir de vínculos que llevan a otros documentos o partes de un escrito. Adicionalmente, los documentos dejan de ser esencialmente escritos: además del texto puede haber mensajes orales, imágenes, sonidos musicales, gráficos y enlaces a otros textos y documentos visuales y sonoros. Este tipo de lectura puede ser enriquecedora pero también puede tener implicaciones importantes en el aprendizaje de la lectura que es necesario evaluar.

Al margen de otras investigaciones, habrá que esperar los resultados del próximo estudio PISA 2009, que ha incluido la evaluación de la comprensión lectora en formato electrónico de los alumnos, algunos de ellos españoles.

Acceder al artículo completo sobre el libro digital en Anatomiteca



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