lunes, 15 de abril de 2013

COMENTARIO DE TEXTO:LEY DE RESPONSABILIDADES POLÍTICAS 1939



«Art. 1°. Se declara la responsabilidad política de las personas, tanto jurídicas como físicas, que, desde el 1 de octubre de 1934 y antes de 18 de julio de 1936, contribuyeron a crear o a agravar la subversión de todo orden de que se hizo víctima a España y de aquellas otras que, a partir de la segunda de dichas fechas, se hayan opuesto o se opongan al Movimiento nacional con actos concretos o con pasividad grave.

Art. 2°. Como consecuencia de la anterior declaración [...] quedan fuera de la Ley todos los partidos y agrupaciones políticas y sociales que, desde la convocatoria de las elecciones celebradas el 16 de febrero de 1936, han integrado el llamado Frente Popular, así como los partidos y agrupaciones aliados y adheridos a este por el solo hecho de serIo, las organizaciones separatistas y todas aquellas que se hayan opuesto al Triunfo del Movimiento nacional.

Art. 3°. Los partidos, agrupaciones y organizaciones declaradas fuera de la ley, sufrirán la pérdida absoluta de sus derechos de toda clase y la pérdida total de sus bienes. Estos pasarán íntegramente a ser propiedad del Estado».

Ley de Responsabilidades Políticas. BOE 13 de febrero de 1939,



Este texto se trata de un fragmento de la Ley de Responsabilidades Políticas de febrero de 1939, promulgada por el gobierno de Franco. Es por tanto una fuente histórica primaria, al ser un documento redactado en la misma época en la que suceden los hechos históricos. Es un documento de carácter político-jurídico, ya que es parte del articulado de un Ley, publicada en el Boletín Oficial del Estado del bando Nacional (desde Burgos), y se trata de un documento oficial.

El autor del documento es Francisco Franco, Generalísimo de los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire, Caudillo de España y jefe del Estado (entonces todavía de una parte de España), desde octubre de 1936 hasta su muerte el 20 de octubre de 1975.
Franco fue uno de los generales más prestigiosos que impulsó el golpe de Estado (Alzamiento Nacional) de julio del 36, por lo que pronto fue proclamado por sus correligionarios Generalísimo, Jefe de gobierno y de Estado, iniciándose un período de gobierno dictatorial hasta su fallecimiento.

El destinatario es público, al provenir del Boletín Oficial del Estado, el día 13 de Febrero de 1939, momento en que, casi acabada la guerra, se está procediendo a la construcción del nuevo Estado franquista. Por tanto se dirige a toda la sociedad española, especialmente los que han colaborado con los partidos de izquierdas y con la República y que están todavía en guerra contra él.

El tema al que se refiere el texto es la victoria providencial de Franco y la responsabilidad en el inicio y en el desarrollo de la guerra de los republicanos, y es un indicio sobre la represión que van a sufrir los vencidos por parte de la Nueva España que el bando Nacional estaba construyendo.
El texto se sitúa a principios de 1939, cuando la guerra estaba llegando a su fin. El gobierno del bando Nacional estaba situado en Burgos, con Franco como Caudillo En febrero de 1939 ya controlaba controlada casi todo el territorio, tan sólo estaba bajo el poder republicano la llamada zona centro (Madrid, Castilla-La Mancha y la costa mediterránea desde Valencia hasta Almería), y ya había caido toda la zona de Cataluña.

En ese momento Juan Negrín era el jefe del gobierno republicano, el había intentado llegar a una paz negociada con el bando Nacional en el 38, pero Franco se negó ya que él quería la rendición total de los republicanos. Tras esto, su intención era alargar la guerra hasta el comienzo de la ya previsible 2º Guerra Mundial, para que así, los países en contra del fascismo y las dictaduras ayudasen al bando republicano. Sin embargo los sublevados se hacían más fuertes y la guerra duró poco más, hasta el 1 de abril, cuando Franco se proclamó vencedor frente al Ejercito Rojo (el golpe de estado del coronel Casado en marzo, que también intentó una paz negociada con Franco, tuvo mucho que ver) El texto se sitúa por lo tanto antes de que Franco ganase la guerra; pero los artículos en él presente muestran la convicción por parte de los nacionales de que la guerra la tenían ya ganada y de que ellos solos habían de construir “la paz”: las leyes que imponen en el Boletín Oficial de Estado son rotundas.

El texto está dividido en tres artículos:
-- En el primero se culpa (“se declara la responsabilidad política”) a las personas que se opusieron desde un principio al bando Nacional (“se hayan opuesto o se opongan al Movimiento Nacional”) y han fomentado y participado en distintas revoluciones a favor de las ideas izquierdistas y, por tanto, contrarias a las de Franco, incluso antes de la guerra (“1º de octubre de 1934 y antes de 18 de julio de 1936”). Pero no solo se culpa a los que han actuado contra él, sino también a los que no hicieron nada para ayudar a los nacionales, es decir, “O estabas con Franco o estabas contra él”.
- - En el segundo artículo se prohíben la asociación de partidos y asociaciones que han participado en el Frente Popular, partidos y sindicatos de izquierdas, que desde que ganaron las elecciones del 36 se opusieron al movimiento Nacional y gobernaron la parte republicana.
De hecho, se disuelven todos los partidos, prácticamente por el mero hecho de serlo. Hay que recordar que los partidos de derechas ya habían desaparecido en 1936, englobados en el Partido Único F.E. y de las JONS (Falange Española y de las Juntas de Ofensiva Nacional-Socialista).
- - En el tercero se explica la limitación de derechos que van a sufrir los partidos citados en el artículo anterior, como el de asociación y el de libertad de expresión (“pérdida absoluta de sus derechos de toda clase”); al igual que van a perder sus propiedades que se confiscarán pasarán a ser del Estado, algo que también pasará con los particulares (las llamadas aquí “personas físicas”).
De este modo, en el texto, se pueden apreciar distintos ideales del franquismo, como por ejemplo la idea de supresión del pluralismo político y el recorte de los distintos derechos sociales e individuales de la población. Además, especialmente en el primer artículo, se destaca la represión que el régimen
franquista llevó a cabo, en la guerra y después de ella, contra aquellos que no defendían sus ideales y se posicionaban en contra de ellos (e incluso, no radicalmente a su favor). A esta ley analizada hay que añadir la Ley de Represión del Comunismo y la Masonería (1940) para controlar estos grupos. La represión institucionalizada del régimen fue llevada a cabo por el ejército, y se llevaron a cabo millares de juicios militares para castigar con fuerza a los “criminales” contra el franquismo. Había distintas penas, entre ellas: la pena de muerte, repetir años del servicio militar, hacer trabajos forzosos (la llamada “redención por el trabajo”), años de cárcel, expulsión del trabajo (“depuración”) y, como hemos visto, confiscaciones de bienes.
En conclusión, se puede decir que el documento tratado, la ley de Responsabilidades políticas, dio legalidad a la política represiva del régimen franquista, y se emitió con el fin de sancionar a las personas con unos ideales políticos contrarios a los del régimen tras el periodo de la Guerra. La represión y violencia de los nacionales fueron una estrategia militar y política para eliminar a los enemigos y asustara toda la población. Había un gran terror hacia el régimen y de esta forma se eliminaban las posibles rebeliones y oposiciones.

La ley de responsabilidades políticas fue uno de los principales instrumentos de la España del momento, hasta que en 1969 surgieran las leyes de amnistía. Pero las ideas de esta ley permanecieron vigentes hasta la muerte del Generalísimo Franco, en el año 1975 (con la implantación desde los sesenta de los Tribunales de Orden Público, por ejemplo, o la fuerte represión al final del franquismo). Este documento muestra la limitación de derechos que había en España durante esa época y la división entre “vencedores” y “vencidos” que se establece desde el mismo inicio del franquismo. La larga pervivencia del régimen es una consecuencia, sin duda, de este “tiempo de silencio” y de miedo que se genera con leyes como la analizada en este comentario y con el recuerdo constante a la victoria en la Guerra Civil por parte de uno de los bandos.





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