martes, 13 de abril de 2010

Zoroastrismo, mitraísmo y cristianismo

Persia aportó a las religiones orientales el Dios único (junto con el judaísmo, serían las únicas religiones que mantuvieron esta concepción del Dios único) predicado por Zoroastro (Zaratustra) por medio del Avesta. Al menos, esto lo que tradicionalmente se ha creído, aunque, según los últimos datos de los historiadores de las religiones antiguas, podrían haber sido varios los "zaratustras" hasta el punto en que hay que cabría dudar de la historicidad de éste y asimilarlo a un arquetipo. Sin embargo, algunos datos autobiográficos en las obras atribuidas a Zaratustra, parecen confirmar la existencia del personaje en un momento entre los años 628 y el 551 a.C.

Mitra tiene su lugar en esta concepción religiosa, tomando parte en la lucha de la luz (el bien) contra el mal, los daevas La obligación de todos de luchar contra el mal haría que Mitra estaría bajo Ahura Mazda, indicando así su supremacía.
La resurección de los cuerpos, lo que significa la inmortalidad es un desarrrollo de la filosofía difundida por Zaratustra llegando así a una nueva idea de la inmortalidad.
En los dos primeros siglos de nuestra era, esta religión evolucionada del mazdeísmo, junto al mitraísmo, entraría en competición con el cristianismo, surgiendo herejías como el maniqueísmo, por su sacerdote de origen persa Manes, o los bogomilos en el siglo X (Tracia), en Francia los albigenses de los siglos XI y XII.


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